FILTRAR NOTICIAS
La necesidad de petróleo y de gas como fuentes de energía es uno de los grandes inconvenientes al que se enfrenta el Viejo Continente, especialmente en aquellos países que forman la Unión Europea. Desde hace tiempo, con el fin de paliar esta dependencia energética de los combustibles fósiles, que suponen el 99% de las importaciones netas de la UE, se viene apostando por las fuentes renovables, siendo además más limpias y respetuosas con el medio ambiente.
La Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) promoverá la implantación de sistemas digitales de control de las emisiones en instalaciones de combustión de biomasa de pequeña y mediana potencia en entornos urbanos gracias al proyecto Digital Biomass, cuyo principal objetivo es “realizar un análisis de las posibilidades, dificultades y retos de implantar sistemas innovadores de seguimiento de emisiones de partículas mediante un panel de sensores químicos y ambientales en instalaciones de combustión de biomasa
El biocombustible del futuro será probablemente el hidrógeno. El H2 es el gas con mayor densidad energética por unidad de masa, tiene una combustión limpia, pues sólo genera agua; y su uso puede ser tanto para producción de electricidad en pilas de combustible como para combustión directa. Es innegable que también tiene otros problemas y dificultades asociadas, pero serán superadas a medida que se expanda su producción y consumo.
BIOGASTUR es una empresa de desarrollo de proyectos de energías renovables que está llevando a cabo un proyecto pionero en Europa, una planta de valorización de residuos que será capaz de transformar hasta 1.200 toneladas al día de deyecciones de vacuno y subproductos de la industria láctea en energía verde y fertilizante de alta calidad para los campos. 
Juan Majada, director de CETEMAS, entidad que usa el edificio indica que han pasado de un gasto mensual de unos 2.100 euros en gasoil a 700 con biomasa, para un edificio que ronda los 3.000 metros cuadrados. "El ahorro es de la mitad, pero si sumas que puedes encender la calefacción cuando y como quieres y por estancias, el ahorro es del 70%", apunta. Asturias es uno de los mayores productores de astilla de España, aún queda camino por recorrer en su uso energético como ya lo hacen en los países nórdicos y centro Europa donde es una energía mayoritaria, sobre el 70%.
El municipio de Sant Pere de Torelló fue uno de los primeros puntos en España donde se realizó una instalación de district heating hace ya más de 30 años. Debido al paso de los años, las tuberías de acero existentes se han ido deteriorando y, por ello, el Ayuntamiento decidió sustituir la red antigua por el sistema de tuberías preaísladas poliméricas.
La Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) ha licitado por 4,1 millones de euros (IVA no incluido) la contratación de la ejecución de las obras de instalación y mantenimiento de una red de calor con biomasa en Ponferrada.
La firma italiana con más de 50 años de historia y 450 trabajadores ofrece estufas y calderas con calor canalizable a diferentes espacios y salas que conquistan por ecología y autonomía. El pasado año Edilkamin Ibérica, la filial para España, facturó 10 millones de euros, este año se anotan un 15% de incremento, en parte gracias a los 130 puntos de atención técnica en todo el territorio español implantados desde el año 2000.
El Concello de Ribadavia concluyó la obra de colocación de calderas de biomasa en los dos centros unitarios CRA de San Cristovo y Francelos, en los que se hizo una inversión total de 26.000 euros. Una actuación con la que además de mejorar la calefacción en ambas instalaciones se genera un importante ahorro para las arcas municipales. Los dos centros educativos tenían calefacción mediante energía eléctrica, con radiadores que funcionaban las 24 horas del día casi para poder alcanzar la temperatura adecuada, por lo que el consumo eléctrico se disparaba.
Una empresa recolecta residuos de granos molidos en bares de Barcelona para fabricar 'pellet' de chimeneas. La iniciativa emplea a personas con riesgo de exclusión social y espera comercializar el producto en el 2018.
El ahorro en el consumo de energía convencional para reducir el gasto corriente y la aplicación de criterios de eficiencia energética para caminar hacia la sostenibilidad, son algunos de los principios que han inspirado la idea de compartir entre todos los edificios sanitarios, asistenciales, educativo y deportivos asentado junto a la calle Boni Laskurain una única caldera de calefacción y agua caliente alimentada por biomasa.
En  Estella los estudios plantean que la caldera se ubique al comienzo de la calle La Rúa, en el albergue de peregrinos, y se abastezca desde allí, al museo del Carlismo, casa de cultura Fray Diego, la futura oficina de turismo y el museo Gustavo de Maeztu. El consumo actual de esos edificios tiene un gasto anual en calefacción de 34.000 euros. Con el cambio a biomasa quedaría en 15.000, reduciendose más de un 50%. Además, sólo habría que pagar el mantenimiento de una caldera en lugar de las cinco actuales.