Para hacerse un cálculo personal rápido: como el ahorro está en el combustible es proporcional a los metros de la vivienda.
Marta vive fuera de Valladolid con sus tres hijos, pero algunos fines de semana y las vacaciones vienen a una segunda residencia de 100m² bien aislada en las afueras de Valladolid. Cada año consume 8.000 kWh de energía para calefacción.
Marta no quería hacer obra de radiadores ni invertir mucho en una calefacción pero tampoco quería pasar frío. Lo que sí hizo fue analizar lo que le costaba el suministro de electricidad para calefacción en un año y los otros combustibles.
Por suerte Marta ha comprado una estufa de pellets de aire canalizado con lo que puede calentar toda la casa con la misma estufa. Antes tenía radiadores eléctricos y con el cambio se ha ahorrado 1.322 € en sólo un año. Ahora les encanta mirar cómo arden los pellets en la estufa cómo les calienta y el olor a leña.
Las estufas para bombonas de gas son más baratas, pero para conseguir el mismo calor cada año se gastaría 288 euros más en bombonas que en pellets, además, tendría que haber comprado varias estufas, y el confort no hubiera sido el mismo para su familia.