Castilla Termal Hoteles está canalizando sus esfuerzos en conseguir la neutralidad de carbono. Para lograr esta meta, los establecimientos de Solares, Burgo de Osma y Brihuega -este último, en fase de construcción- están instalando plantas de biomasa, un sistema de calentamiento sostenible que se sustenta en la astilla sobrante de los aserraderos locales y los restos de la masa forestal cercana. De este modo, estos 3 hoteles se sumarán a los de Valbuena y Olmedo, que ya cuentan con estas plantas como sistema de calentamiento.
La biomasa es un sistema de producción de calor eficiente, sostenible y con emisiones neutras de carbono debido a su base de combustible: astilla y desechos forestales. Las calderas de biomasa que la cadena tiene ya en marcha, sumadas a las que prevé instalar durante 2022, cubren el 100% de las necesidades térmicas de sus edificios, lo que permite a Castilla Termal Hoteles hacer una desconexión de las acometidas de los servicios de gas.
En palabras de Jonathan Callejo, director técnico de la cadena hotelera, “nuestro grado de compromiso con el medio ambiente es absoluto. Vivimos por y para la sostenibilidad, porque creemos que tenemos ese deber moral. Por eso, cada acción y cada decisión en la gestión de nuestros hoteles va ligada al cuidado del planeta, aunque eso a veces suponga mayores costes. Trabajamos a diario para conseguir la huella de carbono cero”.
Castilla Termal Valbuena e un hotel 100% sostenible y que, a día de hoy, puede abastecerse por sí mismo con el uso de energías renovables y producciones térmicas propias, de frío y calor.
Este establecimiento ya apuesta por el uso de calderas de biomasa para la producción térmica de calor en todo el hotel, se distingue por tener instalada una geotermia de pozo que es capaz de abastecer todo el circuito de frío y, con sus circuitos de recuperación, calienta el ACS (Agua Caliente Sanitaria) y las deshumectadoras de sus piscinas y zonas de contrastes. El agua mineromedicinal de su balneario es un bien preciado y, por ello, es filtrada y tratada para reutilizarse en el riego de sus jardines adjuntos; como el de la cubierta vegetal que se creó en la parte superior del edificio, y que ha obtenido varios premios significativos por su construcción, diseño y eficiencia térmica.
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