Chimeneas abiertas: por qué deberían evitarse
Las chimeneas abiertas son hogares de llama abierta, sin cristal, que aún existen en muchas casas, tanto tradicionales como de nueva construcción. La chimenea abierta debería considerarse un objeto de decoración o para cocinar esporádicamente en las brasas. Pero no se debería considerar como una solución de calefacción, por su escaso rendimiento y sus elevadas emisiones de partículas.
Chimeneas modernas: una solución válida
La chimenea moderna tiene el hogar cerrado con un cristal templado, por lo que el calor que se produce en su interior, en lugar de dispersarse por el conducto de humos, se recupera gracias a que se introduce en el ambiente doméstico mediante respiraderos. De esta forma, el poder calorífico de la leña es aprovechado de forma más eficiente y económica. Por esta razón, las chimeneas modernas, con la misma leña utilizada, calientan más y son muchísimo menos contaminantes con respecto a las chimeneas tradicionales abiertas.
Los rendimientos, que en la chimenea abierta llegan tan solo al 15-30%, alcanzan el 80-90% en las chimeneas modernas y los niveles de emisiones de partículas se reducen más de ocho veces.
Chimeneas modernas de pellet: las ventajas
Al usar pellets en lugar de la leña, la chimenea moderna puede ofrecer un 10% más de reducción del nivel de emisiones nocivas. Se ha calculado, por ejemplo, que con la simple sustitución de chimeneas abiertas de leña o de estufas de leña obsoletas con productos de pellet innovadores se obtendría una reducción de las emisiones de PM10 superior al 80%.
Además del aspecto ecológico, la chimenea moderna de pellet ofrece numerosas ventajas prácticas, relacionadas sobre todo con la posibilidad de programar el encendido y el apagado según los propios horarios y las propias necesidades. También es mucho más simple el almacenamiento del combustible, ya que los sacos de pellet ocupan menos espacio y no ensucian.
Más info: https://www.mcz.it/es/chimenea-abierta-frente-a-chimenea-moderna/