Obtenida la licencia municipal del Ayuntamiento de Aranda de Duero y la concesión administrativa para operar en la zona durante los próximos treinta años, la empresa REBI ha iniciado el derribo de la nave arandina donde construirá la central térmica con la que dará forma a la red de distribución de energía de biomasa, tanto para calefacción como para el agua caliente.
Se abastecerá a 3.300 viviendas y edificios públicos. La inversión está estimada en 8 millones de euros, y supondrá la creación de 40 puestos de trabajo entre directos e indirectos. En total, se instalarán 10 megavatios que generarán 45,5 millones de kilovatios de energía térmica en una central que consumirá 13.500 toneladas de biomasa local al año. «Los edificios conectados dejarán de emitir 14.700 toneladas de CO2 a la atmósfera, lo que equivale a retirar unos 6.000 coches de la circulación», cifran.».
REBI, empresas asociada en AVEBIOM, es una de las empresas líder en España en la creación, explotación, gestión y comercialización de redes de calor con biomasa, operativas como las de Soria, Ólvega y Valladolid, o en proyecto como las de Palencia, Guadalajara y Alcorcón.
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